En este libro editado por el Acantilado en 2011 se reúnen dos de las mayores aficiones de Pierre Ryckmans, el mar por un lado, en este caso un naufragio del siglo XVII, el del barco holandés "Batavia", y por otro, la capacidad humana de destrucción que se expresa con fuerza cada vez que el Orden civilizado cede y se impone la fuerza justificada supuestamente por la necesidad.
Un micro totalitarismo que confirma la afirmación que hemos repetido, basta un loco peligroso, dos ideólogos y trescientos asesinos para imponer el terror. En este caso, en un grupo humano reducido, bastó un loco, un ideólogo y unos pocos asesinos.
La historia culmina en la reimposición del orden y en la perplejidad de lo que había acontecido. Se cumple fielmente lo que nos advertía Gómez Dávila: Entre el animal y el hombre no hay mas barrera que una empalizada de tabús.
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